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Regalos de Navidad para niños y adolescentes

Palabras clave: regalos, juguetes, niños, niñas, adolescentes

¿Qué regalar esta Navidad a niños y adolescentes? Los regalos dependerán de a quién vaya dirigido, pues así el regalo tendrá una función u otra. Por ejemplo, un niño pequeño lo que quiere es juego, por lo que un regalo práctico que le sirva para jugar, y para compartir será lo apropiado. Si encima su envoltorio es grande y el regalo en sí tiene un diseño colorido y original, captaremos su atención y su ilusión. Para evitar caer en clichés y estereotipos de regalos para niños o para niñas, podemos usar como criterio de elección de regalo "qué queremos que aprendan". De esa manera, la elección del juego tendrá también una finalidad educativa.

En cambio, en un adolescente la cosa es más delicada. El éxito de un regalo dependerá de cada joven, ya que influirán aspectos como el regalo que él o ella espera, la utilidad que le pueda dar y lo que el grupo de iguales llegue a pensar cuándo les cuente lo que le han regalado. Por ejemplo, he visto por Internet una navaja automática que cuando pulsa el botón, lo que sale es un peine. Puede ser original, pero puede que el chaval de 15 años lo vea ridículo, porque a lo mejor le hubiese gustado más una navaja de verdad. En cambio, si el destinatario del regalo de la navaja tiene 19 años, quizá sepa reírse del regalo y hasta usarlo con gracia.

Personalmente, aconsejo que los padres de los adolescentes hagan regalos a los hijos que sirvan para acercar posturas, y para que los jóvenes vean que sus padres les apoyan. Por ejemplo, si a una chica joven le gusta el diseño de moda, de vestidos y todo ese mundo, quizá regalando un kit de costura no acertemos porque faltarán cosas, otras no le servirán, etc. Tampoco tiene que ser necesario regalarle vestidos caros. Pero un libro sobre moda, historia de la moda, o algún otro que conjugue bien texto e imágenes puede hacer que hagamos un regalo doblemente bueno: por un lado los padres regalan a su hija un libro para que lo lea y aprenda a consultarlo en sus aficiones; por otro, la hija recibe un regalo de aquel campo que le gusta. Si encima acompañamos el libro de un pequeño bloc de bocetos para que diseñe en él sus ropas y lo pueda personalizar, seguro que le hará bastante ilusión.

Otro caso, si un adolescente va mal en los estudios y se siente perdido, una buena idea sería indagar en sus intereses (o posibles intereses) y hacerle un regalo que le pueda servir para ir encaminando su vida en la medida de lo posible. Por ejemplo, lo que no haremos de regalo a un chico de 16 años que no le gusta estudiar y va mal en el colegio y se siente perdido será la matrícula a una academia de inglés. Por muy buena que la academia sea seguro que habremos fracasado. Este ejemplo, aunque exagerado, creo que encamina por donde voy. Imaginemos un chico como he mencionado con el de 16 años, queremos que lea, pero le gustan sólo las historias de guerra en los videojuegos y si ve la televisión es para ver a los ejércitos en acción. Quizá la respuesta esté ahí, un libro con ilustraciones sobre ejércitos o regalos relacionados, nos darán una idea de hasta qué punto le apasiona ese mundo y lo mismo puede que nos diga  la respuesta sobre su futuro. En pertenecer al ejército no es ninguna tontería. Acercándole a ese mundo y haciéndole ver en qué consiste realmente (lejos de los videojuegos) puede darle a los padres una idea de hasta qué punto le gusta ese campo.


Lo que digo con los regalos a los adolescentes por parte de sus padres es que hay que indagar en sus intereses, sus gustos, sus expectativas. Un regalo tiene que dar ilusión, alegría, y puede servir para ver que uno se intenta interesar por él, por su mundo. Quizá el regalo de la academia de inglés está muy bien, pero para cuando el chico suspenda en el colegio. 

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